Catrina de mil colores, Catrina de mis amores, siempre
bella, siempre elegante, en las manos, el vestido y el sombrero siempre
llevando flores. Símbolo de nuestra identidad como mexicanos, de que la muerte
no es algo que deba llorarse, sino un motivo más, de tantos que tenemos, para
hacer fiesta con alcohol, comida, música, colores y flores.
Catrina, flaca querida, adornas los alteres donde
recordamos a aquellos que hemos perdido, a aquellos que antes que nosotros han
partido. Tu sonrisa eterna nos recuerda que no hay que llorar, ni hay que
sufrir, pues un día, de tu mano, todos nos habremos de nuevo de reunir.
“La flaca”, “La muerte, “La huesuda”, infinidad de
nombres has tenido pero ninguno como “La Catrina” tanto significado y peso ha
tenido. Posada te pintó y Rivera te bautizó pero todos los mexicanos, y
especialmente en Michoacán, te llevamos siempre en el corazón.
¡Ay de mí, Catrina!
Catrina, de azul celeste;
Aunque la vida me cueste, Catrina,
No dejaré de querete.