Debido a los últimos
sucesos que han tenido lugar a lo largo y ancho del mundo, además de la eterna
polémica que este como otros temas ocasiona, varias veces se me ha planteado la
pregunta acerca de si estoy ‘a favor’ o ‘en contra’ del aborto y decidí plasmarla
en este escrito. Quizá algunas personas estén de acuerdo o quizá no, sólo
aclarar antes que todo que estas líneas representan mi humildísima opinión y
que cada quien es libre de realizar con su cuerpo lo que cada quién desee, yo
respeto sin juzgar a nadie.
Yo soy una persona sumamente
católica, espiritual y religiosa, sin embargo mi opinión no está basada en la
religiosidad ni en la moralidad, sino en mi mentalidad que tiende a ser un
tanto más o menos abierta, respetando el libre albedrío de la gente, pero no
por eso me privo de tener mi opinión acerca de ciertas situaciones actuales.
Ahora bien, la pregunta
del millón: ¿Estoy en contra o a favor del aborto?
Mi respuesta no es tan
binaria; de hecho, es un tanto relativista ya que mi opinión varía dependiendo
de la situación en la que el aborto se de.
NO ESTOY EN CONTRA DEL
ABORTO CUANDO se realiza para salvar la vida de la mujer.
Hogaño los avances
tecnológicos y de conocimiento que cimentan la medicina son impresionantes y
parecen rebasarnos cada vez más rápido. Antiguamente, muchos hombres se
llegaron a enfrentar a la difícil decisión de elegir entre “la madre o el
hijo/la hija” ya que las técnicas y el conocimiento médico de antaño no estaba
a la altura del de hoy en día. De esta manera, si seguimos esa línea de
pensamiento no debería ya de existir este tipo de situaciones.
Desgraciadamente, este tipo de situaciones sigue existiendo y el embarazo es un
proceso y una etapa de la vida que está supuesta para traer la vida, no para
sacrificar a un ser humano para que otro pueda llegar a este mundo, por lo cual,
si una pareja o la misma mujer decide interrumpir su embarazo para salvaguardar
su vida no estoy en contra de que lo haga, al fin y al cabo el propósito
principal de la medicina es la preservación de la vida y aunque yo considero
que un feto también es una demostración de la vida y tenemos que introducir a
la religión en este asunto, los sacrificios que a la cristiandad se le exigen
son sacrificios espirituales y no aquellos que tienen su base en el dolor y la
muerte solo para preservar algo que, por muchos cuidados que se le puedan dar,
nada garantiza que se logre, puesto que muchas cosas pueden suceder de último
momento. Sí, es un hijo o una hija y una creatura es el regalo más grande que
Dios, Allah, Jeovah, Yaveh o como cada quien le quiera decir puede hacer, al
preservar la pareja más hijos pueden venir para santificar a la pareja con el
regalo de la vida; ¿Qué la madre ya no puede o ya no podrá tener más hijos si
se realiza un aborto? Hay muchísimos niños a los cuales se les puede dar un
hogar, niños que todos y cada uno de los días desean que alguien se apiade de
ellos y los saque del penoso sistema de casas hogares que por más bien
intencionados que estén, no dejan de ser lugares de añoranza y muchas veces de
días grises y así, al adoptar a un niño, se están ejerciendo el valor de la
misericordia y una de las tres virtudes principales del cristianismo: la
caridad.
NO ESTOY EN CONTRA DEL
ABORTO CUANDO el embarazo es causa de una violación.
Este es un punto que a
muchas de mis lectoras femeninas les puede causar una mala impresión de mí pero
reitero que lo expresado aquí no está hecho con intención de ofender a nadie.
La violación, tanto
femenina como masculina, es el acto más atroz que puede realizar un ser humano
y que más secuelas mentales y psicológicas que deja en la víctima, ya que si no
se trata ni se atiende éstas pueden ser de por vida. Lo que vuelve más traumática
la violación femenina por parte de un hombre es que, aparte de que es más
violenta por la evidente diferencia de fuerza entre ambos géneros, es que la
violación hacia las mujeres generalmente causa un embarazo, cosa que no le
sucede a un hombre que es violado por otro hombre. El llevar en su vientre
nueve meses un embarazo producto de una situación tan traumática para una mujer
no es nada fácil, sobre todo porque no es una situación que fuera deseada, y el
ser satanizada y criminalizada por interrumpir su embarazo es un estigma con el
que muchas mujeres en pleno S. XXI aún tienen que cargar. La opinión que más se
les arroja a la cara a muchas mujeres que piensan realizarse un aborto, están
en proceso de realizarlo o se lo han realizado es: “ese bebé no tiene la culpa”.
Yo en cierta manera estoy de acuerdo que el embrión que se va a convertir en un
nuevo ser humano al momento del nacimiento no eligió venir al mundo de una
manera violenta y carente de respeto hacia la mujer que lo porta en su vientre,
pero también entiendo la postura de las féminas que han tenido que pasar por
dicha situación y que quedaron embarazadas por un degenerado que no las respetó
en lo más mínimo, por eso yo dejo en manos de cada quién [mujeres que se
encuentren en esta situación] si decide o no interrumpir un embarazo no deseado
y, además, forzado.
Ahora bien, lo que si
me causa un poco de molestia es que las mujeres que denuncian y/o le hacen
saber a otras personas que han sido víctimas de una violación no reciban la
ayuda necesaria para no quedar embarazadas. Lo sé, muchas de mis lectoras, o
lectores masculinos también, me pueden decir acerca de los inconvenientes de
utilizar este o aquel “método de emergencia” y sus consecuencias a largo plazo
de su uso, pero aquí la situación no es fomentar la utilización cotidiana y
sistemática de ese tipo de fármacos, sino el evitar que las consecuencias de la
violación se extiendan más allá y las decisiones que se tengan que tomar en ese
futuro alterno estigmaticen o traumaticen más a la pobre víctima de violación.
NO ESTOY EN CONTRA DEL
ABORTO CUANDO el feto que se está gestando puede o va a padecer alguna
enfermedad o condición.
La enfermedad y la
muerte son algo que no discriminan por edad, sexo, religión, estilo de vida,
orientación sexual ni nada, pero existen ciertas enfermedades o condiciones en
extremo pesadas que hacen que la calidad de vida sea muy pobre. Cuando hablamos
de los bebés, a nadie nos son ajenos ciertos casos de infantes que han nacido
con enfermedades cardiacas, cerebrales, pulmonares, hepáticas y demás que las
padecería una persona de ochenta años o más lo cual muchas veces sólo ocasiona
que el niño viva hasta horas antes de morir, causando gran padecimiento a los
padres; o sobreviva, pero su “vida” no sea tal y transcurra entre hospitales,
terapias, medicamentos y todo lo que sus condiciones conlleven y eso se
convierta en una verdadera ordalía. Hay padres que deciden que “un hijo es una
bendición” y tienen el amor y el coraje para sobrellevar condiciones y
enfermedades y tratar de darle a su vástago la mejor calidad de vida posible
pero también los hay los que no se sienten preparados ni con la capacidad de
cuidar a una creatura que necesita más amor y atención que un bebé promedio y
el dar en adopción al bebé no es una opción del todo realista pues pocas
personas son las que van a tener el completo compromiso de cuidar al niño o a
la niña como se lo merece, entonces si ellos deciden interrumpir el embarazo
para “no traer a sufrir al bebé a este mundo” es decisión de ellos y no por eso
deben ser juzgados; hay quien puede decir que los niños deben ser amados vengan
como vengan, pero muy seguramente muchos de aquellos que esgriman ese argumento
no podrían sobrellevarlo al encontrarse frente a dicha situación.
ESTOY EN CONTRA DEL
ABORTO CUANDO no se tuvo el interés de protegerse en un inicio y se hace para remediar
el “accidente”.
Este es el punto más
polémico de mi opinión y he llegado a tener discusiones bastante acaloradas
tocando este apartado pero mi opinión en esta parte del tema es bastante ‘inflexible’.
Aquí no entran
situaciones como:
·
Accidentes DURANTE el sexo (como que los
preservativos se rompan o los métodos anticonceptivos no sean efectivos)
·
Que el hombre manipule o coaccione a la mujer
para tener relaciones sin protección lo cual resulte en embarazo.
·
Cuando el coito se realiza bajo la
influencia de alcohol y otras substancias que inhiban la conciencia (que si
bien no es excusa, no se está realizando de manera consiente y puede conducir a
embarazos no deseados).
Me refiero a cuando la
pareja en consenso decide el tener relaciones sexuales sin ningún tipo de
protección a sabiendas de lo que puede llegar a suceder bajo la premisa de “si
quedo embarazada me realizo un aborto”. En la humilde opinión de quien escribe
estas líneas, ese tipo de razonamiento es fruto de una mente inmadura e
irresponsable, pues hemos de recordar que la utilización de métodos físicos
anticonceptivos no sólo se limita a eso, a evitar la concepción, sino a evitar
el contagio de enfermedades e infecciones de transmisión sexual, pero se
fomenta la irresponsabilidad cuando simplemente se utiliza el aborto para
corregir lo que fue un “accidente” de una noche. He conocido casos de manera
indirecta de mujeres que se guían por esa línea de pensamiento para no utilizar
protección y simplemente “vivir su sexualidad” pero de manera irresponsable.
No se trata de “culpar” o “responsabilidad” únicamente a la mujer por algo que es un acto de dos pero así como la mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo al interrumpir un embarazo que ella no desea, también se supone que tiene el derecho de utilizar otros métodos para no quedar embarazada si ella, haciendo uso de su capacidad de decisión, decide tener sexo sin protección.
Además, hay que recordar que la realización de abortos bajo este esquema de pensamiento trae consecuencias físicas, como muchos métodos químicos anticonceptivos, que afectan de manera futura a la mujer cuando decide quedar embarazada para formar una familia y su cuerpo ya no se encuentra apto para contener el embarazo ya que se encuentra atrofiado por todas las invasiones que se hicieron en un pasado, tanto químicas como quirúrgicas, para evitar los embarazos.
No se trata de “culpar” o “responsabilidad” únicamente a la mujer por algo que es un acto de dos pero así como la mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo al interrumpir un embarazo que ella no desea, también se supone que tiene el derecho de utilizar otros métodos para no quedar embarazada si ella, haciendo uso de su capacidad de decisión, decide tener sexo sin protección.
Además, hay que recordar que la realización de abortos bajo este esquema de pensamiento trae consecuencias físicas, como muchos métodos químicos anticonceptivos, que afectan de manera futura a la mujer cuando decide quedar embarazada para formar una familia y su cuerpo ya no se encuentra apto para contener el embarazo ya que se encuentra atrofiado por todas las invasiones que se hicieron en un pasado, tanto químicas como quirúrgicas, para evitar los embarazos.
Todos podemos elegir
gracias a nuestro libre albedrío, siempre y cuando lo hagamos de manera
responsable para que, como vi en un video acera del uso del preservativo,
podamos “vivir lo suficiente para conocer al indicado [la indicada]”. Lo que
sí, es que ninguna mujer debe ser etiquetada, estigmatizada ni criminalizada si
decide actuar en conciencia dentro de lo ya comentado.