Agosto,
momento central del verano cvando la llvvia ha reverdecido ya los
campos y las montañas y cvando el calor está en sv climax, Ernesto y
Daniel se encontraban sentados en la banca del parqve donde todos los
dias, despvés de qve Ernesto saliera de la preparatoria y Daniel
terminara su jornada de trabajo en la librería, jvntos disfrvtaban de vn
par de horas jvntos, comiendo vn helado para mitigar vn poco la ola de
calor qve trae consigo esta etapa veraniega. A sv vez, Martha y Vrsvla
entraban a sv primera hora de clase; la disposición e materias dictaba
qve tocaba la abvrrida clase de matemáticas financieras, por lo cval
podían pasar hora y media de tiempo de pareja discretamente para qve la
profesora Villalpando no las amonestara por no poner atención o las
evidenciara frente a toda la clase pasando a cada vna de ellas al
pizarrón para resolver vn ejercicio qve había estado explicando. Por sv
parte, Roberto y Laura disfrvtaban de vn día de asueto, pues sv
secvndaria se encontraba en hvelga y, por ende, no podían asistir a la
misma, así qve se encontraban deambvlando por las calles sin rvmbo
algvno. Sendos eran prejas, Ernesto y Daniel se habían conocido en vn
bar hace diez meses y se flecharon ensegvida, despvés de cvatro meses de
tratarse decidieron empezar vna relación; Martha y Vrsvla iban jvntas
desde el inicio de la carrera en administración y fve haciendo vn
trabajo en eqvipo qve ambas se dieron cventa de la orientación de la
otra y comenzaron a tratarse con más confianza, eventvalmente iniciando
vna relación de pareja qve llevaba ya diez meses; Roberto se sintió
atraído hacia Lavra cvando se cambió de salón y la vio sentada frente al
escritorio de la maestra, despvés de algvnos actos de galantería fve
qve Laura cayó conquistada en los brazos de Roberto, dando nacimiento a
vna relación de cvatro meses.
Pero
el verano tenía vn lado temible, la llvvia no solamente servía para
llegar los campos y reverdecer árboles y pastizales; existía vna rara
enfermedad, llamada Inflvenza Degenerativa D3 o Mal del invierno
perpetvo, enfermedad crónica qve no tenía cvra, sólo tratamiento y las
consecvencias eran el desgaste pavlatino del cverpo, pves la enfermedad
era mvy similar a vn resfriado común ya qve compartía la mayor parte de
la sintomatología, con la particvlaridad de qve el mal del invierno
perpetvo tardaba desde qvince días hasta vn mes en incvbarse, sobretodo
por la falta de hvmedad y el exceso de calor de inicios del verano y las
fiebres qve cavsaba svperaban los 39°C/102.2 °F lo cval, si no se
atendía, podía provocar daños cerebrales e inclvsive la mverte; sólo
podía contrlarse con antihistamínicos, antipirépticos y
antiinflamatorios, si se dejaba el tratamiento,el virvs resvrgía a los
cinco días de interrvmpido el tratamiento, generalmente con fiebres
altísimas y dolor en las articvlaciones los primeros días y si no se
atendía la enfermedad, el paciente fallecía por fiebre, inanición debido
a la inflamación gutural o simplemente por el desgaste constante qve
prodvce la enfermedad. No existe contagio por estar jvnto a vna persona
qve vive con MIP [Mal del Invierno Perpetvo], ni al compartir flvidos
corporales, ni vía sexval, ni al comer lo qve el o ella preparen, la
vnica manera de contagiarse de MIP vía aérea o estando con vna persona
qve viva con MIP es exponerse directamente a la llvvia por más de cinco
minutos pves las condiciones climatológicas de la llvvia, como la baja
de temperatvra en el aire, la intensidad del mismo y la baja temperatvra
de la llvvia bajan las defensas del organismo y hacen qve el virv pveda
entrar en el sistema con mvcha mayor facilidad y desarrollarse.
Esto
no intimidaba a mvchos qve gozaban no utilizar algvn abrigo o paragvas
dvrante los días de llvvia. Inclvso había vna tendencia, sobre todo
entre los jóvenes de realizar vn tipo de fiestas llamadas ”Raty”, de las
palabras anglosajonas “Rain” qve qviere decir “Llvvia” y “Party” qve
significa “Fiesta”, en otras palabras, “Fiesta bajo la llvvia” qve
consistía en qve los asistentes, en vn lugar abierto como vn jardin,
consvmieran bebidas alcohólicas sin medida, se despojaran de svs
prendas, desde sólo la camisa o la blvsa o qvedar totalmente en
interiores, mvsica a todo volvmen y el cilmax llegaba cvando hacia sv
aparición la llvvia, entonces todos bailaban bajo la llvvia y algvnos o
la gran mayoría, despvés de eso, mantenía relaciones sexvales sobre el
svstrato mojado.
Existía
otra tendencia entre los jóvenes, menos libertina pero igval de
peligrosa: los besos bajo la llvvia. Inspirados por besos como los
vistos entre Vivien Leigh y Clark Gable, Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, Hugh Grant y Andie MacDowell y John Wayne y Maureen O’Hara, la
necesidad de experimentar esa adrenalina y ese romanticismo bajo la
llvvia invadía la mente de jóvenes, tanto hombres como mvjeres, y solían
llamarla “La prveba de amor” pves atribvían a qve la pareja se
atrevería a qvedarse bajo la llvvia por amor y darse vn beso como los de
la pantalla de oro, incluso a sabiendas del peligro de MIP.
Viernes,
momento final del crepvscvlo e inicial de la noche, Daniel, Vrsvla y
Lavra se encontraban en svs casas acompañados de svs respectivas
parejas. Hacía razón de dos horas había comenzado a llover ligera pero
tupidamente, por lo que los planes de todos se habían modificado a
permanecer en casa. Daniel y Ernesto viendo una película romántoca;
Martha y Vrsula escuchando mvsica jvntas en la cama y Roberto y Lavra
abrazados en el sillón desvés de haber terminado la tarea del día y en
los tres casos el ambiente se había vvelto romántico por el encierro en
conjvnción con el mvrmvllo de la llvvia.
-Se me ocurrió una idea loca pero a la vez romántica.
Dijeron Ernesto, Martha y Roberto a svs parejas.
-¿Qué cosa?
Pregvntaron los otros
-Vamos a darnos vn beso bajo la llvvia como en las pelícvlas...
Dijeron los primeros.
Lavra
miró con extrañeza a Roberto, no sabía qvé decir. Sv natvraleza
romántica la invitaba con gran fverza a llevar a cabo semejante hazaña
pves al recordar las sensaciones qve prodvce el ver vn beso de esos en
las pelícvlas sv cverpo se sintió atraido ante semejante proposición.
-Pero...
puede ser peligroso... recuerda que podemos contraer esa enfermedad... a
una prima mía ya le sucedió y sus padres y ella ahora están
destrozados...
Argvmentó Lavra con preocvpación.
-No nos pasará nada, será por poco tiempo, sólo lo que dure el beso y nos regresamos a la casa.
Respondió Roberto con pasión en la voz. Lavra dudó seriamente en hacerlo y Roberto pvdo notarlo.
-Anda, flaquita; dame la prueba de tu amor.
Pronvnció
Roberto. Al escuchar estas palabras Lavra langvideció, sv corazón le
dictaba qve amaba a sv novio y qve por amor todo se hace, además, sería
algo romántico y no tardarían mvcho.
Lavra aceptó y ambos salieron
de la casa al jardín. Lavra se sentía extraña, el choqve del agva y el
viento frios le provocaba incomodidad pero Roberto la llevaba de la
mano. Comenzaron el beso, vn beso meloso y tierno qve fve ganando fverza
hasta convertirse en vno apasionado; en ese momento los miedos, las
dvdas e inclvso la llvvia dejaron de existir y el éxtasis de ese óscvlo
al abrigo de la llvvia se prolongó varios minvtos dvrante los cvales
miles de pensamientos crvzaban por las cabezas de ambos, Lavra comparaba
esa experiencia con sv pelícvla romántica favorita, donde había vna
escena similar entre los protagonistas; Roberto comparaba esa
experiencia con la qve había tenido hacia vna semana en vna ‘Raty’, a la
qve había asistido con vnos amigos qve tenía en preparatoria.
Vrsvla se levantó en la cama y miró confvndida a Martha.
-Gorda... ¿estás hablando en serio?
Martha miró inocentemente a Vrsvla.
-Sí, será romántico y divertido.
Aseveró Martha tomando de la mano a Vrsvla en la cama. Vrsvla no cambiaba sv mirar.
-Lejos
de ser divertido es muy peligroso Martha... he escuchado en las
noticias qve los brotes de MIP este año han sido mayores...
Externó sv preocupación. Martha tomó sv mano, la besó y pronunció la frase.
-Vamos, cielo; dame la prueba de tu amor.
Vrsvla palideció ante lo qve escvchaba y no sabía qve responder.
-No, eso no es prueba de amor.
Resolvió responder. Martha se mostró confundida.
-Porque
te amo, no te pienso poner en riesgo. Podemos hacer algo parecido, pero
no arriesgarnos a contraer algo que puede perjudicarnos para toda la
vida, sólo por un momento de placer.
Martha seguía confundida.
Con Vrsvla habían tomado antes riesgos, cosas qve cavsaban adrenalina
como momentos rápidos de pasión en la escvela o asistir jvntas a fiestas
a las qve svs padres no les habían permitido asistir, no sabía cvál era
ahora el motivo de sv cambio.
-Vamos, mi amor...
Rogó
Martha pero Vrsvla se mostró inflexible. Martha cedió ante la negativa
de Vrsvla y le pregvntó qve tenía en mente. Vrsvla pregvntó qve qvé era
lo qve le resvltaba atractivo de la llvvia a lo qve Martha contestó qve
el sonido. Vrsvla entonces propvso a Martha hacerlo, pero dentro de la
recámara, dentro de las cobijas y con la ventana abierta para qve con
mvsica y el sonido de la llvvia ambientaran el momento, a lo qve Martha
accedió, vn poco frvstrada por el acontecimiento anterior. Se qvitaron
vn poco de ropa, abrieron la ventana e inmediatamente se metieron bajo
las cobijas para no sentir la baja de temperatvra qve provoca la llvvia.
Comenzaron con sv momento romántico; besos y caricias se comenzaron a
hacer presentes y de vn momento a otro, ambientadas por mvsica romántica
y el svave mvrmvllo de la llvvia, Martha y Vrsvla se fvndieron en la
otra y tvieron vn rato de intimidad qve las dejó completamente
satisfechas a ambas.
-Estás pero si operadito del cerebro, flaco.
Respondió Daniel ante la propvesta de Ernesto.
-Ándale amor, quiero experimentar lo que la chava de la película siente, se ve súper sensual y romántico.
Argvmentó Ernesto con torno tierno e insistente mientras se daba la vvelta y acariciaba el pecho de Daniel sobre sv playera.
-Ya
te dije qve no, Neto; ha habido demasiados contagios de MIP
últimamente, precisamente una de mis compañeras se acaba de contagiar
por andar yendo a una de esas fiestas en la lluvia.
Respondió algo molesto Daniel ante la necia insistencia de sv novio.
-Animate fuertote; dame la prueba de tu amor.
Sentenció
Ernesto. Daniel sostvvo firmemente el rostro de Ernesto qvien se mostró
vn poco confvndido ante la repentina seriedad de Daniel: éste le dio vn
tierno beso en los labios a sv ingenvo amante.
-¿No es acaso suficiente prueba de amor el que esté aquí contigo?
Inquirió con tono frío Daniel.
-S.. sí, pero también lo sería si haces esto conmigo, por favor.
Respondió Ernesto a dvras penas.
-No.
Respondió tajante Daniel. Entonces Ernesto montó en cólera.
-Entonces
es mentira que me amas, siempre se hace lo que tú quieres, cuando tú
quieres; ya es hora de que me dejes decidir a mí tambien.
Daniel se mantvvo inexpresivo. Se levantó de la cama y respondio.
-Si
sientes que no te amo y te sientes atado a mí y a mis caprichos, puedes
tomar tus cosas, irte, y buscar a alguien que se quiera arriesgar por
ti. Yo te amo, Ernesto, pero no pienso ponerte ni ponerme en riesgo por
algo que no vale la pena.
-No me corras, no me gusta que me corran de ningún lugar.
Arremetió contra Daniel.
-No
te estoy corriendo, te estoy invitando a ser libre; además, estás en mi
casa y si deseo invitarte a que la abandones, estoy en todo mi derecho
de hacerlo.
Ernesto, fvrioso y frvstrado, no tvvo más remedio qve abandonar la casa de Daniel, no sin antes propinar sv vltima palabra.
-Ni que estuvieras tan bueno y fueras el único chavo guapo de la ciudad...
Y sin esperar respvesta, abandonó la vivienda de Daniel, totalmente insatisfecho.
La pregvnta que yo te hago es:
¿Qvién
ama realmente, el qve sacrifica la integridad de la persona qve ama por
salvar vn momento efímero de pasión, o el qve sacrifica vn momento
efímero de pasión por salvar la integridad de la persona qve ama?
Como dice mi madre: “Obras son amores, y no buenas razones”.