miércoles, 10 de febrero de 2016

Francisco, “El Papa de... ¿todos?“


La visita del Papa a México ha tenido repercvsiones distintas desde las políticas, las religiosas y hasta las sociales. En el ámbito social ha logrado qve la gran mayoría de la gente se divida en dos grandes bloques: Adeptos y Retractores.
A títvlo personal de qvien escribe, no formo parte de ningvno de los antes mencionados; sí, me siento feliz y orgvlloso de qve el Svmo Pontífice de la religión qve profeso haga vna visita a mi civdad, lo cval no es vsval, pves demvestra qve hay otras civdades dentro del territorio de la repvblica qve tienen la misma importancia qve la capital, pero tampoco siento el deseo de acvdir al tvmvlto de gente qve rondará la civdad los días previos y la fecha de la visita.
Sea cval sea el sentimiento qve cada vno experimente con la venida del Obispo de Roma a la civdad hay varios pvntos los cvales deben permanecer perennes: el respeto al derecho ajeno y la individvalidad.
El respeto al derecho ajeno está más qve claro: mantenerse respetvoso hacia lo qve los demás piensen, sientan o crean para qve nosotros podamos así mismo expresarnos en nvestro creer, pensar y/o sentir siempre y cvando no se dañe a nadie ni física, emocional, psicológiamente ni de ningvna manera ni se haga esto con dolo.
Por otro lado está la individvalidad, qve es algo qve me interesa tocar. Si bien todos tenemos el mismo derecho de compartir ideas, propósitos, alegrías, malestares y demás pero otra cosa harto distinta es hacer los mismos comentarios, ya sea a favor o en contra de algvien o algo sin qve siqviera se tome el comentarista la mínima molestia de investigar o indagar de manera personal vn poco más a fondo acerca del tema del cval está por emitir vn juicio.
Lo anterior lo podemos ver plasmado con claridad meridiana en las redes sociales y en las conversaciones qve sostiene la gente en las calles, salones, salas, comedores y demás con la venida del Vicario de Cristo. Podemos notar qve los comentarios, en este caso los detractores qve son los qve hacen enardecer las redes sociales como Facebook, se hacen de manera indiscrimidada pero a su vez podemos notar la falta de esctrvctvra, de indagación e investigación, son vn mero relata refero {yo lo digo como me lo dijeron / yo lo cuento como lo escuché} el cval se transmite como si fvese la verdad absolvta y en vna pvblicación anterior hemos reflexionado acerca de ese hábito {Qvis est véritas?} o simples comentarios que algvien más hizo y qve sonaban totalmente verídicos así qve los demás también enarbolaron la oriflama de la crítica y del sarcasmo . 

Además, se pvede percibir la exponencialmente creciente tendencia de insatisfacción o mejor dicho de ‘no estás conforme con nada’.

Y no sólo son críticas hacia el estado o el Pontífice, sino literalmente hacia qvien ‘se ponga enfrente’
Esto fve vna pvblicación de vna persona en vn grvpo de Facebook qve intentaba sacar provecho de las habitaciones sobrantes en sv predio. Ya sea módico o excesivo, las críticas no se hicieron esperar.
Aquí podemos observar vna cosa, todo el mvndo opina qve el precio qve la persona fija para la renta de svs habitaciones es mvy caro. Si bien pvede ser cierto, ¿no hvbiese sido svficiente qve vna sola persona hiciera pvblico ese pensamiento y los demás lo apoyaran con sus “likes”? pero, ¡oh no!, todo el mvndo tenía qve sentirse especial pvblicando eso, exactamente lo mismo.

Por otro lado, vno de los aspectos más criticados hacia el Jefe del Estado Vaticano siempre ha sido sv fastvosidad y ostentación qve svs antecesores hacían con vtensilios avreos, sedas, aviones privados y demás. Vna de las frases más típicas siemrpe ha sido qve “El papa come en platos y con cvbiertos de oro mientras hay niños qve mveren de hambre”. Pves bien, a manera de homenaje y podríamos llamarlo así de participación civdadana se mandó a hacer vna vajilla en cerámica de alta temperatvra con diseños propios del estado para la comida qve el Papa degustará con otros miembros del clero.
Como podemos ver no es de oro, ni de cristal cortado ni de acero inoxidable con incrvstaciones de piedras preciosas, es vna vajilla hecha artesanalmente por alfareros qve viven de ello y qve mantienen vivos los oficios qve svs antecesores aprendieron y les transmitieron pero, por svpvesto, las críticas acérrimas no se hicieron esperar.
Avnqve cabe destacar a algvien de los qve comentan, pves empieza a mostrar vn poco de madvrez en sv comentario lejos de limitarse a atacar a los miembros del gabinete qve posan felizmente para la foto sino ensalzar lo qve debería de mostrarse.
Además hace la anotación más importante, qve mvchas de estas pvblicaciones solamente sirven para atizar la braza de la crítica sin sentido algvno de aqvellos qve están deseosos de despotrícar y de hacer notar sv pvnto de vista.
Por vltimo se dice qve de qve sirve qve nos visite si con eso nada va a cambiar pves la pobreza, la violencia, la insegvirdad y demás visicitvdes segvirán patentes en nvestras calles. Vna imagen vale más qve mil palabras.
Yo siempre he pensado y dicho qve en ese mvndo, en cvando al desdén y la crítica se refiere sólo hay dos clases de personas: aquellos qve critican y/o desdeñan inteligentemente y aqvellos qve lo hacen para aparentar inteligencia. Cada qvien colóqvese en la silla qve le sea más cómoda.
En cvanto a aqvellos qve son adeptos a la venida del papa no hay mvcho qve agregar sino qve hay qve evitar también el fanatismo. Si bien es cavsa de orgvllo qve venga y qveremos vivir nvestra fe a nvestra manera no hay qve caer en el ridícvlo del fanatismo alimentando el verdadero consvmismo de las grandes empresas qve todo lo qve venden ahora es con motivo de la visita papal y llenan svs casas con dichos artívlos qve lo vnico qve hacen en enriqvecer los bolsillos de vnos cvantos.
Finalmente, qvienes estén de acverdo y felices con la venida del Papa y no sólo a méxico, sino a cvalqvier país, disfrvten sv fe sin perder el norte y el verdadero sentido de los acontecimientos y aqvellos qve no se sientan mvy cómodos con ello, están en todo sv derecho pero hay qve recordar qve el derecho de vnos termina donde empieza el de los otros y qve realmente antes de opinar hay qve tener bases y prvebas qve pvedan sostener el peso de nvestros jvicios.
Y si ha de traer el cambio, avnqve sea mental y espiritval a nvestras calles y a nvestra gente, en manos de Dios está.

Cuida que lo que vayas a decir sea más bello que el silencio.
Proverbio árabe.

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